LAS EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS DE 1999


EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL ENTORNO DE LA TORRE MUDEJAR
(Estudio arqueológico Enero-Abril de 1999).

Estudio arqueológico

FICHA TÉCNICA:

- Yacimiento: "Entorno de la torre mudejar de Villanueva de Gállego".
- Adscripción cultural: Medieval-Moderno-Contemporaneo
- Año de actuación: 1999
- Dirección Arquitectónica: Unceta&Cebrian&Liarte
- Dirección Arqueológica: José Luis Cebolla Berlanga
- Empresa trabajos arqueológicos: Restauraciones Bons
- Promotor: Gobierno de Aragón. Departamento de Ordenación Territorial

Antecedentes

   Las catas arqueológicas contempladas en el "Proyecto básico y de ejecucución de derribos y catas arqueológicas en el entorno de la torre mudejar ... de Villanueva de Gállego", elaborado por el Departamento de Ordenación Territorial, Obras Públicas y Transportes de la Diputación General de Aragón bajo dirección arquitectónica de J. Unceta, A. Cebrian y J. Liarte, se efectuaron el 22 de enero de 1999 con autorización de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Departamento de Educación y Cultura y con carácter previo al inicio de las obras de pavimentación y renovación urbana de la Plaza de España de Villanueva de Gállego.
   La finalidad de la actuación era la valoración arquitectonica de los niveles y estructuras constructivas que pudieran hallarse en el subsuelo del espacio al E. de la torre mudéjar ante la existencia documentada en esta área de los restos de la Iglesia primitiva y de posibles restos arqueológicos anteriores. La realización de las catas, bajo la dirección del arqueólogo firmante, contó con la supervisión del arquitecto redactor del Proyecto, D. Joaquín Liarte.

Resultados de las catas arqueológicas

   En los sondeos mecánicos de detectó la existencia de restos arqueológicos y constructivos vinculados con la primitiva iglesia mudéjar. Los elementos exhumados correspondieron a la cimentación de un muro de dirección E-W y un contrafuerte del lateral exterior norte de la iglesia. Asimismo se documentó en la banda paralela al eje de la torre y en el lateral interior sur un espacio vinculado con la iglesia y cuya construcción parecía corresponder a un momento posterior a la obra mudéjar. Sobre el suelo de yeso de este espacio, ubicado presumiblemente bajo la tribuna del coro de la iglesia, se recogieron fragmentos de platos cerámicos del XVIII, junto a azulejería de cuenca y arista y cartabón con decoración policroma y bicromía, respectivamente, fechado en el siglo XVI. Este depósito arqueológico se hallaba sellado por una capa de cenizas y elementos metálicos, vinculados a una antigua herrería, según testimonios orales, la del "Tío Lamana" de Villanueva.
   El conjunto de azulejería hallado en este tramo de la iglesia se relacionaba en el informe previo de catas con la decoración de alguna de las capillas, ornamentación realizada en la segunda mitad del s. XVI. El resto del conjunto cerámico, elaborado al agual que la azulejería en los talleres de Muel, se fecha en la primera mitad del s. XVIII y es claramente anterior a la destrucción de la iglesia por las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia.
   Una segunda estructura localizada en las catas correspondía a una estancia subterranea excavada bajo el subsuelo de la iglesia y que contaba con pilares y refuerzos laterales de ladrillo. La cronología de la misma la definiamos en el informe previo de las catas como incierta así como su uso, pudiendo estar vinculada, según testimonios orales, con la red de túneles que se dirigían hacia el centro de la plaza aunque bien pudiera también pertenecer a una cripta de la iglesia. Tras la excavación arqueológica se ha podido comprobar que se trata de una bodega posterior a la destrucción de la iglesia y excavada bajo el suelo de la misma.

Evaluación arqueológica

   El carácter patrimonial y arqueológico de lo documentado en las catas, aconsejaba la continuidad de los trabajos arqueológicos, máxime siendo la torre y los restos arqueológicos y arquitectónicos de la iglesia mudéjar el referente histórico mas antiguo de la Villa, valoración compartida, según comunicación oral en la misma tarde del 22 de enero, por los servicios técnicos del Departamento de Educación y Cultura de la Diputación General de Aragón, encargados de la supervisión arqueológica de los trabajos, juntamente con la de los responsables municipales y de la dirección arquitectónica.

Excavación Arqueológica

METODOLOGÍA

   La excavación arqueológica se fijó como objetivo la definición y documentación de la planta y estructuras de la iglesia en base a los muros, cimentaciones y substrucciones vinculadas con la misma. En los trabajos arqueológicos se hizo inicialmente uso de los medios mecánicos con objeto de agilizar y acelerar la retirada de los rellenos no arqueológicos, y posteriormente se emplearon medios manuales con el fin de garantizar científicamente la documentación arqueológica de los diversos momentos y fases de la construcción de la iglesia, todo ello acorde con la vigente legislación en materia de Patrimonio Arqueológico.
   Ante la posibilidad de conservación in situ de los restos arqueológicos e integración de los mismos en el proyecto de remodelación de la plaza, la planificación de los trabajos arqueológicos se han enmarcado dentro de esta previsión. Poe ello no se ha incidido sobre los elementos arquitectónicos, paramentos o suelos de la iglesia. Entre los trabajos pendientes se hallan la toma de puntos por el Topógrafo municipal para la posterior digitalización y realización del plano de la iglesia. Asimismo quedaría pendiente con vistas a un posible estudio más en profundidad la consulta de la documentación relativa a la Iglesia de Villanueva depositada en los archivos eclesiásticos locales, Diócesis de Zaragoza y Archivo Histórico Provincial.

Estudio arqueológico

   Tras el derribo de la Iglesia como consecuencia del incendio de la misma por las tropas francesas, el espacio central de la iglesia, según testimonios orales, fue utilizado como patio de una herrería, la del "tío Lamana" de Villanueva. De este momento se ha recuperado abundante material metálico propio de esta actividad, desde placas y recortes de hierro a utensilios de uso doméstico y artesanal junto a escasos elementos cerámicos del siglo XIX.

Posteriormente al cese de esta actividad el solar albergó diversas edificaciones de carácter urbano, a tenor de las evidencias arqueológicas u constructivas. Se han documentado diversos muros de ladrillo o cantos unidos con cemento y árido, algunos de ellos al apoyo de la torre mudéjar. Estas edificaciones que se levantaron ya en el siglo XX incidieron negativamente y puntualmente sobre los restos la iglesia; así se observa la apertura de un caño de bodega en el subsuelo de la nave central, al que se accedía a través de un tramo de escaleras excavado en el segundo tramo de la iglesia. Esta bodega se hallaba con anterioridad al reciente derribo del edificio ya clausurada mediante un cerramiento con piedra y bloques de hormigón y había sido apeado el techo con anterioridad a su cierre mediante un muro de ladrillo con el objeto de impedir el hundimiento de la cubierta, dada la inestabilidad del subsuelo por la formación de oquedades ante la presencia de osarios bajo el suelo de la nave de la iglesia. Los elementos recuperados en el interior de la bodega carecen de valor arqueológico, limitandose a botellas, latas, platos, palancas y jarras esmaltadas.

Vinculados con estas edificaciones recientes se ha detectado y vaciados dos pozos ciegos con anillo superior de hormigón y una fosa séptica oval delimitada por un muro de cantos y piedra. Los elementos documentados no se han inventariado al carecer de valor arqueológico por ser materiales recientes y proceder del momento previo al abandono de los inmuebles.

La Iglesia "Mudéjar" (ss. XIV-XVIII)

   La excavación arqueológica ha permitido fijar algunos elementos estructurales y arquitectónicos de la iglesia. Los trabajos realizados definen una iglesia de nave única con contrafuertes y capillas laterales. Además de los tres tramos de la nave central y las dos capillas laterales documentadas en la excavación arqueológica, completarían la planta un cuarto tramo con su correspondiente capilla lateral en el lado norte junto con la continuidad de la capilla localizada en el lado sur y la cabecera de la iglesia al este. Estos espacios quedan fuera del área actual de excavación arqueológica en terrenos de titularidad no municipal para permitir la excavación de esta área en una segunda fase, con lo que se tendría una visión completa de la planta y estructuras de la iglesia mudéjar de cara al proyecto de conservación e interpretación del monumento.

ATRIO

   La entrada a la iglesia se efectuaba en el momento final, a juzgar por los elementos arquitectónicos conservados, desde el extremo oeste. En este espacio al sur de la torre se documenta el arranque de un muro de ladrillo de dirección norte-sur al que se adosó la torre mudéjar. Apoyado a este muro se levanta un muro de dirección trasversal, este-oeste, al que se incorporó interiormente y en un momento ya avanzado una pilastra de yeso. Este espacio interior se subdividió en un momento mas avanzado mediante un tabique de ladrillo de dirección norte-sur al apoyo de la pilastra de yeso. Este área que hemos definido funcionalmente como el atrio de la iglesia se cerraba al sur por un muro de ladrillo de escaso grosor, en su casi totalidad arrasado por las obras posteriores, asentado sobre una plataforma cuadrangular con cimentación de yeso y cantos, cuyo lateral sur define sin duda el cierre del atrio de entrada a la iglesia y sirve de contrafuerte de la iglesia en el lateral sur.
   En el lateral sur y adosado a la torre se ha documentado un área ambaldosada con ladrillo, pavimento que provablemente formaría parte del suelo del pórtico interior de entrada. Este suelo tras el derribo de la iglesia se mantubo en uso dentro de la nueva edificación bajo un suelo de yeso.
   Los materiales arqueológicos recuperados en este sector han sido muy escasos y se limitan a varios fragmentos de cerámica del s. XVIII. La excavación de las zanjas de cimentación de los muros del atrio y de la propia torre han permetido recuperar algunos fracmentos de cerámica medieval, siendo significativa la presencia de un fracmento de cerámica de Paterna con decoración verde y manganeso, datado en el siglo XIII, y vinculada a un suelo de yeso seccionado por la cimentación de la torre.

NAVE CENTRAL

   Los muros del lateral N. de la iglesia se hallan realizados con ladrillo en la zona de unión con la torre y los restantes son de cantos o piedras unidos con yeso y encofrados al interior. Al exterior del muro norte se observan claramente los contrafuertes de la iglesia, siendo el del extremo oeste desmesurado en dimensiones con relación a los restantes. Los pilares interiores sobre los que apearían los arcos de la nave, presumiblemente de forma apuntada, son de forma ochavada en ladrillo y enlucidos de yeso. En el lateral sur de la nave los pilares no son de ladrillo sino de cantos o piedras con encofrado al interior y muros de tapial. Este tramo de la fachada podría ser posterior y obedecer a una ampliación y reforma de la iglesia en los siglos XVI-XVII.
   En el muro norte se observan la existencia de al menos tres capas de enlucidos, el mas recienete mantiene una coloración grisácea, tonalidad que se generaliza a todas las paredes de la nave y capillas de la iglesia. El enlucido inferior, a tenor de lo observado, no conserva decoración esgrafiada o pintada. En la excavación se han recuperado algunos pequeños fragmentos de enlucidos con restos de pintura roja, que aunque pertenecientes a la ornamentación mural de la iglesia se vincularían con la ornamentación realizada entre los siglos XVI al XVIII. No obstante en algunos elementos de yeso góticos si se ha conservado la decoración original en colores rojo y negro.
   Estos elementos decorativos ya claramente medéjares corresponden a gragmentos de yesería con calados de tipo gótico pertenecientes a ventanales de iluminación de la nave central de la iglesia medéjar. Estos elementos se han recuperado en el lateral N. del segundo tramo de la nave por devajo de la cota del suelo inferior, inexistente sin embargo en este área.

Primer tramo

   En el primer tramo correspondiente a los pies se han documentado la escalera de acceso a la iglesia, obra realizada con ladrillo, teja y encofrado de yeso. El suelo de la nave en este tramo primero es de yeso, observando bajo la capa de yeso alineaciones de ladrillos, que podrían corresponder a elementos de nivelación del suelo de yeso o bien formar parte de un suelo anterior. La presencia en uno de los osarios de algunos azulejos muy desgastados y fechados a inicios del XVI podría avalar esta posibilidad. El nivel arqueológico de abandono documentado sobre el suelo de este tramo de la nave ha ofrecido materiales cerámicos del s. XVIII y otros del s. XVII junto con azulejería del s. XVI y una moneda de Carlos III acuñada en 1742.
   En el lateral N. se halla una plataforma elevada sobre la que se alza un pozo con agujero de desagüe, estructura cónica y paredes enlucidas en yeso. Esta estructura, ubicada al apoyo del muro de cierre de la iglesia e incorporada en uno de los pilares de la nave, estaría probablemente relacionada con la ubicación de la pila bautismal de la iglesia. Bajo el suelo de ladrillo cubierto por una lechada de yeso subyace un relleno arqueológico, no excavado, que descansa directamente sobre el suelo de yeso de la plataforma que presenta agujeros de sección cuadrada, destinados a alojar pies verticales de madera, que podría indicar la presencia de una estructura de madera que ocultaría el perfil superior del pozo. En la obra de fábrica de la plataforma se incluyen ladrillos aplantillados mudéjares.
   Tras la escalera y el lateral W. de la plataforma de la pila bautismal se halla un espacio rectangular que corresponde a la correa de una escalera. En el relleno de la caja de escalera se han recuperado abundante material cerámico del siglo XVIII y azulejería de cartabón, cuenca y arista del XVI así como baldosas pintadas policromadas del s. XVI. Esta escalera pudo permitir inicialmente el acceso al posible coro ubicado a los pies de la iglesia y a la torre. El acceso actual a la torre se realiza desde el exterior de la iglesia ascendiendo a los pisos superiores a través de una escalera construida en la primera mitad de este siglo por un albañil de Villanueva.

Segundo tramo

   El el segundo tramo de la iglesia se ha localizado, en el sector central y en el lateral sur con carácter aislado restos de un suelo de ladrillo, posterior al de yeso. Entre este suelo y el anterior de yeso se halla un relleno arqueológico, que a diferencia del nivel superior, formado por una serie de capas de argamasa de cal y "garbancillo" y caracterizado por la presencia de escasos elementos cerámicos, aunque alguno claramente fechado en el siglo XVIII, si ha aportado significativos elementos cerámicos de datación para este suelo. La existencia de este pavimento de ladrillo indica una remodelación de la iglesia y una elevación del suelo de la nave en un momento avanzado en la segunda mitad del siglo XVIII. En esta remodelación se utiliza parte del desarrollo de la escalera de acceso a la iglesia como confirma la presencia de una fosa con restos humanos que perfora el tramo inferior final, aunque se mantienen en uso los dos primeros peldaños de la escalera. En el relleno arqueológico de la fosa se ha recuperado tan sólo un fragmento de plato con decoración de bandas en el ala interior fechado a finales del XVIII o inicios del XIX.
   En el lateral norte de esre tramo se ha detectado la casi generalizada desaparición y ausencia de suelos tanto del puperior de ladrillo como el inferior de yeso. Si bien aparece bajo la capa de "garbancillo" una serie de fosas que perforan el nivel natural de gravas y en el que aparecen abundantes restos óseos humanos sin conexión anatómica, si bien no se ha alcanzado el final de las mismas. Entre los restos óseos aparecen alementos cerámicos de la primera mitad del XVII y otros anteriores del XVI junto a azulejería de la primera y la segunda mitad del XVI. Otros elementos recuperados en cotas superficiales han sido varias cuentas de bronce pertenecientes a un rosario.
   En el lateral sur se ha conservado sin embargo los dos suelos de la iglesia, el suoerior de ladrillo y el inferior de yeso, en este suelo se observan las huellas de un murete de ladrillos paralelo a la pared de cierre, quw marcaría la ubicación de un pequeño retablo a la pared del muro sur.

Tercer tramo

   En el tramo tercero se ha localizado un suelo de ladrillo que sería aquiparable con el suelo inferior de yeso, a tenor de las cotas y de la estratigrafía arqueológica. Al igual que en el segundo tramo en las áreas donde el suelo de ladrillo ha desaparecido se detecta un nivel arqueológico, con abundantes restos humanos sin conexión anatómica entre sí y materiales cerámicos del s. XVIII junto con azulejería del XVI. Un elemento extraño en la articulación de este espacio de la nave es la existencia de un posible pilar de ladrillo del que parte un muro en dirección este.oeste hacia el eje del lateral sur de la torre, aunque sólo se ha conservado la huella de los ladrillos.

CAPILLAS LATERALES

   En el lado norte se sitúa una de las dos capillas con que contaría la iglesia en este lateral. Sólo se ha excavado la capilla oeste a la que se accede a través del tramo tercero de la nave central. Inicialmente esta capilla se hallaba provista de un suelo de yeso con mazarrón y paredes decoradas con azulejería de cuenca y arista en el zócalo y de cartabón en la pared oeste, decoración fechada en la segunda mitad del siglo XVI. Próximo al fondo de la capilla se ha conservado una línea de azulejos de cuenca y arista también del s. XVI colocados al apoyo de un pequeño tabique realizado con ladrillo colocados en plano. Esta línea marcaría el arranque de una estructura de obra que acogería el retablo con la imagen de culto de esta capilla. En una reforma posterior se arrancó totalmente la decoración mural de azulejos, comservandose tan solo algunos filetes de los azulejos del zócalo cubiertos por el nuevo revoco en yeso de la pared y un segundo suelo de yeso blanco. Los azulejos arrancados de esta capilla podrían corresponder al conjunto depositado en el relleno de la correa de la escalera del tramo I. Frente al altar de la capilla se localizan tres tumbas con cubierta de ladrillo, que no han sido excavadas y que pertenecían probablemente a los beneficiarios de esta capellanía.
   En el lateral sur de la nave se halla otra capilla de mayor tamaño que ocuparía el espacio de dos crujías de la nave, y por tanto no se ha localizado el acceso a la misma, dado que se realizaría a través del cuarto tramo de la iglesia. Junto al lateral sur de la capilla se han detectado las escaleras de bajada a una posible cripta que se situaría bajo los huertos colindantes. La pavimentación de la capilla y posiblemente la propia construcción remite asimismo a la segunda mitad del siglo XVI. El primer pavimento es de yeso con mazarrón y contaba con una cenefa de azulejos de cuenca y arista, peralela y en diagonal a las paredes. Bajo este suelo se han recuperado algunos azulejos de cuenca y arista también del s. XVI, pero de un momento anterior. Posteriormente se colocó un segundo suelo de yeso.
   El nivel arqueológico de abandono ha ofrecido materiales constructivos procedentes del derribo de la capilla y cerámicos del siglo XVIII y anteriores, principalmente azulejería del XVI. En este nivel se ha recuperado un fragmento de pilastra en yeso con vástago de hierro embutido que podría pertenecer a la decoración de la propia capilla.
   En el lateral este de la capilla se ha detectado un hundimiento del suelo observando la presencia bajo el suelo de la capilla de un nivel con restos humanos que tiene correlación en el lado exterior sur de la iglesia, dato que indicaría la anterioridad de los enterramientos a la capilla y la posible localización en este área del primitivo cementerio de la iglesia, trasladado posteriormente, a juzgar por los testimonios orales recogidos, en el lateral este de la iglesia. Pese a este traslado al exterior se mantiene la costumbre de realizar enterramientos tanto en el interior de la nave como en las capillas laterales, como se ha constatado en la excavación arqueológica.

Valoración Histórico Arqueológica

   La primera fase de excavaciones arqueológicas en el entorno de la torre mudejar de Villanueva de Gállego ha evidenciado la existencia de estructuras arqueológicas y materiales arqueológicos vinculados con la iglesia mudéjar de esta localidad. El estudio de los elementos arqueológicos y arquitectónicos aporta datos, hasta hoy desconocidos, sobre la evolución arquitectónica del edificio desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII. El proyecto de conservación de los restos de la iglesia mudéjar en sótano evitaría no solo la alteración, destrucción u ocultación de los elementos arquitectónicos y arqueológicos, sino que permitiría la integración de la torre mudéjar con la iglesia y con ello una correcta lectura de este conjunto, hoy limitado a la torre mudéjar.

El Arqueólogo-Director, José Luis Cebolla Berlanga

Nota: Se inventariaron un total de 942 piezas.

Páginas 338 a 347 del libro "De Burjazud a Villanueva".

































Azulejería del siglo XVI.
Apéndice gráfico del libro "De Burjazud a Villanueva".










Platos decorados del siglo XVIII.
Apéndice gráfico del libro "De Burjazud a Villanueva".



Mármol Rojo de la cornisa que tenía la antigua Torre Mudéjar.
Apéndice gráfico del libro "De Burjazud a Villanueva"












 







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