MARÍA ANTONIA ORÚS SACACIA

 MARÍA ANTONIA ORÚS SACACIA.                                                                                         (Todos los derechos reservados).




SU FIRMA:


ÁRBOL GENEALÓGICO DE MARÍA ANTONIA ORÚS SACACIA:

Bisabuelos por línea materna:

Eusebio Sacacia, de Villamayor (Zaragoza), casado con Matea Bés de Alborge (Zaragoza).
José Pisa de Villamayor (Zaragoza), casado con Margarita Corral de Villamayor (Zaragoza).

Abuelos por línea materna:

Mariano Sacacia Bés (aunque en la partida de nacimiento de María Antonia pone Mariano Sacacia Biel), labrador, de Villamayor y residente en la torre Hospitalico, fallecido de bronco-neumonía el 17 de Marzo de 1937; casado con Ignacia Pisa Corral, de Villamayor (Zaragoza) y residente en la Torre Hospitalico. Dejan 10 hijos llamados: Mercedes, Fernando, Carlos, Margarita, Ignacio, Paz, Ángeles, Matilde, Antonia y María.

Bisabuelos por línea paterna:

Bienvenido Orús Bolea, natural de Leciñena, de profesión pastor, casado con Esperanza Giménez Letosa, también de Leciñena.                                                                                                      Gregorio Seral  Berges, de Leciñena, casado con María Serrano Murillo también de Leciñena.

Abuelos por línea paterna:

Manuel Orús Giménez, natural de Leciñena y vecino de Zuera, de profesión pastor; casado con María Seral Serrano, natural también de Leciñena.

Padres:

Andrés Orús Seral, nacido a las 10 de la mañana en la calle Solano Alto de Leciñena el 18 de Abril de 1912,  y residente en calle Los Fueros 3 de Villanueva de Gállego, dedicado al campo y fallecido de parada cardiaca por bronquitis crónica el 16 de Mayo de 1984; casado con María Sacacia Pisa de Villanueva de Gállego, de profesión sus labores, nacida el 9 de abril de 1914 (registrada por su padre el 11de abril) y fallecida el 4 de Agosto de 2007. Ambos residentes en Villanueva de Gállego. 

MARÍA ANTONIA ORÚS SACACIA. La excelente pintora Villanovense, nace el día 10 de Marzo de 1949 (a las 5 de la mañana), en la Clínica del doctor Roncalés Cativiela, sita en la calle La Paz nº 5 de Zaragoza. (La inscribe dos días después su tía Ángeles Sacacia Pisa, domiciliada en el nº 7 de la misma calle La Paz). Fallece de Insuficiencia Renal Aguda- Leucemia, en su domicilio de calle los Fueros nº 5 (hoy Antonio Aguirán nº 9) a las 4 de la tarde del día 27 de Marzo de 1990 (41 años). Casada con Julio Senent Marsal, de cuyo matrimonio nacen Julio-Antonio y Diana.


LA MARÍA ANTONIA MÁS PERSONAL:                                                                                                                                    

   María Antonia vino a nacer en una familia de agricultores residentes en Villanueva de Gállego, pueblo situado a escasos 12 Km de Zaragoza. Su padre, Andrés Orús Seral, natural del cercano pueblo de Leciñena, nació el 18 de octubre de 1912. Por esas fechas, España desaparecidas sus últimas colonias americanas en una inútil guerra, perdida de antemano, contra una potencia emergente. Nuevamente se encontraba involucrada en una aventura colonial en el norte de África, impulsada por las potencias europeas y la codicia de la oligarquía nacional, que esperaba obtener pingues beneficios con la explotación mineral de las montañas marroquíes. Aventura colonial que llenaría de luto a numerosas familias humildes del país.

   Andrés, primogénito de un pastor viudo con varios vástagos, se quedó huérfano de madre siendo aún un niño, circunstancia que le obligó a buscar trabajo, yendo a encontrarlo como peón en las tierras de la conocida como Torre Hospitalico, situada en el término municipal de Villanueva de Gállego. Finca administrada por Mariano Sacacia Bés, su futuro suegro. María Sacacia Pisa, hija menor de una numerosa familia acomodada de agricultores y madre de nuestra pintora, venía al mundo en 1914, año funesto para Europa y el mundo.

   Pronto ambos progenitores, ante la mirada sebera de D. Mariano y la señora Ignacia establecieron ciertas simpatías, que la cruenta guerra civil distanció durante los años de contienda. Andrés, buen conocedor de las caballerías, fue enrolado en el cuerpo de artillería del bando nacional. No por gusto, sino porque el general Cabanellas, capitán general de Aragón, decidiera traicionar a la republica uniéndose al bando sublevado. Terminada la refriega bélica, como el resto de reclutas pertenecientes a las quintas de la guerra y algunas posteriores, tuvo que soportar un servicio militar de varios años. Una vez licenciado intensificó las relaciones nunca perdidas con la joven María Sacacia. Sonando pronto las campanas a boda en la iglesia de Villanueva.

   Andrés y María mayores, para lo normal por aquellos días, concibieron a su querida y deseada hija María Antonia, que nació en una clínica de la calle La Paz de Zaragoza, donde la futura madre primeriza fue ingresada, por tratarse de un  parto de riesgo, debido a los 35 años de María.

   Mª Antonia a los pocos días de nacer.

Mª Antonia.

  Jugando con uno de los conejos.

Posando junto a un carro de labranza.


   La infancia de nuestra pintora transcurrió feliz en el pueblo donde su padre trabaja en el campo, mientras María Sacacia se encargaba de la niña, las labores en la casa, y de la crianza y comercialización de aves de corral y conejos, con que sacar unos pocos cuartos que aliviaran la economía familiar, además de alimentar uno o dos cerdos, cada año, para el consumo particular. Tampoco faltaba nunca un pequeño huerto en su corral, con el que surtir a la familia de verduras frescas. Los animales de granja se convirtieron en los mejores juguetes de la hija de la familia a los que ayudaba a cuidar y alimentar con mucho cariño, ocasionándole un gran disgusto al ser sacrificados para llenar la cazuela.

   María Antonia conocía sus primeras letras en la escuela rural de Villanueva, pronto la maestra se percató de su facilidad para mezclar colores y trazar líneas. Descubrimiento que la incitó a animar a sus padres a ayudar a desarrollar ese don en la niña. A partir de ese momento la casa familiar se llenó de ceras, lapiceros de colores y papel, con los que la pequeña Mª Antonia pasaba horas y horas entretenidas. Viendo la maestra que las habilidades de su alumna, relacionadas con la pintura y el dibujo, superaban lo que ella era capaz de enseñarla, recomendó su matriculación en el estudio de pintura de D. Jesús Rabadán.

   Vencidas las iniciales reticencias de Andrés, que no intuía un futuro para su querida María Antonia en el dominio del arte de Velázquez y Goya, por las razones más juiciosa de su mujer, una jovencita Mª Antonia se trasladaba a Zaragoza a la tierna edad de 15 años, para mejorar sus técnicas pictóricas en el estudio de D, Jesús. Posteriormente se matricularía en la Escuela de Artes y oficios de la capital aragonesa, tras convencer nuestra pintora a sus progenitores, con el sencillo razonamiento de disponer de un título oficial con el que ganarse la vida.

Mº Antonia en la escuela de Villanueva de Gállego.


Un descaso en la Escuela de Artes y Oficios.


   En 1965, llevando poco más de un año en la capital maña, una de sus obras, presentada al VIII Certamen de Arte promovido por la Delegación Provincial de Zaragoza obtenía del jurado la medalla de bronce. Este no fue, durante su periodo de formación, el único reconocimiento que recibió su pintura, pues en 1969 en dos ocasiones recibió premios: medalla de plata en el Certamen de Arte en Calella (Barcelona) y medalla de bronce en la VII exposición franco-española de Burdeos. En 1970 recibía la medalla de plata en el Certamen de Pintura ciudad de Segovia.

Medalla de plata en el Certamen de Calella.

En el curso de murales.

Tinta, época de estudio. 

   Retomando nuestra historia, hago notar; que su deseo de progresar en el conocimiento pictórico le llevó a anhelar entrar en la escuela de la Escuela Superior de Bellas Artes San Jorge de Barcelona, ciudad donde tenía algunos familiares, escuela a la que rendiría honor en los primeros años de los ochenta con su cuadro titulado San Jorge. 

   Para matricularse en los estudios de Bellas Artes era necesario aprobar las pruebas de ascenso, para lo que se consideraba suficientemente preparada. Pero éste no era el mayor impedimento, pues debía obtener el permiso de sus padres, si quería trasladarse a estudiar a la ciudad Condal. Nuevamente aparecieron las reticencias paternas propias del humilde labrador que era, a las se unía el conseguir los recursos económicos necesarios con los que mantener a su querida hija en la capital catalana. También la madre, mujer que, hasta entonces, lo más lejos que había estado del pueblo era Zaragoza, quitando el viaje de novios realizado a Valencia, le costaba alejarse de su tesoro, pareciéndole que Barcelona se encontraba al otro lado del globo terráqueo. El amor paternofilial y el tesón de Mª Antonia, finalmente, consiguió vencer todas las dificultades.

 

Fachada de la Escuela de Bellas Artes San Jorge.

   Mª Antonia contaba dieciocho años cuando pisaba por primera vez las aulas de la Escuela de San Jorge, donde pronto destacaría por su buen hacer en los estudios y don de gentes. Mostrándose éste en su elección como reina de las fiestas de Paso del Ecuador de su promoción. Los ratos libres que le dejaba el estudio los dedicaba a visitar museos, en donde pasaba muchas horas asimilando las obras de afamados pintores, desmenuzando su técnica que absorbía como una esponja. En alguna ocasión comentó: que ella no veía cuadros los leía, descomponiéndolos en las diferentes pinceladas y tonos de colores. 

   No satisfecha con el programa oficial académico empleaba los veranos para realizar diversas actividades. El del 1969 lo pasó en San Cugat del Vallés realizando el Cursillo de Procedimientos Pictóricos impartido por la Escuela Mural Contemporánea, dependiente del Instituto internacional de Cultura Románica. Al año siguiente volvió a San Cugat del Vallés, esta vez becada por la Escuela de San Jorge, para realizar un cursillo de Procedimientos Pictóricos, en ese mismo verano fue también becada en la residencia de Pintores de Segovia. En 1971, tras aprobar las asignaturas con excelentes notas se diplomaba en Bellas Artes por la Escuela superior de San Jorge. Poniendo con ello fin a su etapa de aprendizaje académico.

Mª Antonia en la fiesta de Paso del Ecuador.

   Con 22 años y su flamante título, tuvo la necesidad buscar la manera de ganarse la vida, en los años 70 era imposible que una joven pintora subsistiera solamente de su arte. La entrada en la vida laboral la hizo de manos de una empresa de diseño gráfico, sin romper el cordón umbilical con la pintura. En este periodo presentó obras a múltiples premios y bienales, como se puede leer en su historial, que tras ser seleccionadas eran mostradas al público, y buscó tiempo para impartir clases de pintura en una de las fundaciones de la Caja de la Inmaculada, al tiempo que realizaba varias exposiciones individuales. Las críticas, la comparaban en sus veladuras y tonos marrones con el inmortal Goya, lo que le animó a continuar pintando.

Peregrinación.

Camino de la iglesia.

Bodegón en penumbra.

La comedia del arte.


   Las obras de ese periodo son en su mayoría de pequeño formato por falta de recursos y tiempo para abordar obras de mayor envergadura. Aunque en menor cantidad no faltaron las de dimensiones apreciables como: algunos bodegones, Señora escondida tras la tapia, Tristeza, Peregrinación, Camino de la Iglesia, etc.

   En la casa paterna sobre el gallinero, lugar donde María Sacacia recogía sus aves de corral, fue construido un amplio estudio, en él, Mª Antonia pintaba los fines de semana y en vacaciones. El resto de los días se recogía en el piso que tenía alquilado una de sus tías en la Plaza de San Miguel de Zaragoza. En 1976, dejó la empresa en que trabajaba, para ocupar la plaza de Jefe de Taller de Expresión Plástica del Sanatorio Psiquiátrico de Muestra Señora del Pilar de Zaragoza, en cuyas dependencias pintó algunos murales, también lo hizo en el local donde se reunía con sus amigos de Villanueva. Trabajó en el psiquiátrico hasta 1982, meses antes de dar a luz a su primer hijo Julio Antonio el 22 de agosto de 1983.

Mª Antonia mostrando sus obras.

Mª Antonia pintando un mural en Villanueva.


   Todo lo relatado hasta este punto son los recuerdos guardados en mi memoria de lo que Mª Antonia me relató en alguna ocasión. A partir de este párrafo me dispongo a relatar mis vivencias, filtradas por mi cariño y admiración por ella, por lo que aviso quizás estén algo distorsionadas.

   Llegaba a Zaragoza en octubre de 1977 por segunda vez, tras haberla abandonado siendo un niño de apenas un año y medio, la anterior hacía más de una década fue una visita esporádica con mis padres y una de mis hermanas, de camino a un pueblo de la costa catalana. Fue para el invierno de 1977-1978 cuando conocí a Mª Antonia. La navidad de ese año, que pase en Madrid con mi familia, y el traslado a Espinosa de los Monteros nos separó a los pocos días de conocernos. Una tormenta de nieve, que hizo imposible llegar al repetidor donde trabajaba, me devolvió a Villanueva durante unas semanas. Restableciendo e intensificando mi relación con nuestra pintora. Quien pasaría parte del verano de 1978 pintando los paisajes burgaleses de Espinosa de los Monteros Reales en formatos de pequeño tamaño. Dejándome maravillado mientras la observaba su facilidad en mezclar colores que posteriormente tomarían forma en pequeñas obras de arte por su tamaño, pero grandes en su ejecución. Por esos días, aprovechando un fin de semana, que yo no trabaja, nos desplazamos a Pontevedra, donde se exponía una de sus obras titulada Burbujas, de clara influencia goyesca, seleccionada para la bienal de ese año.

Vista de Puentedey (Burgos).

Brujas (cuadro expuesto en Pontevedra en 1978).

El vuelo de la bruja, cuadro realizado en 1978.


   Ese otoño preparaba una exposición en la galería Goya. Al visitarla en la plaza San Miguel, me sorprendió que pocas semanas antes de la fecha señalada para su inauguración, aún le faltasen por pintar varias obras, cuyos lienzos se encontraban en blanco y enarcados. Extrañado, por esa manera de proceder, pregunté: ¿ cuál era la razón de esa forma de actuar?, que mi mente lógica no llegaba a comprender. La contestación recibida me sorprendió tanto cono los hechos, pues me comentó que así las obras no corrían el peligro de quedar sin enmarcar por las prisas de última hora, y además podría entonas con el marco. Al observar que el cuadro que llevaba entre manos, el marco quedaba manchado de óleo, a pesar del cuidado con que trabajaba. Desmonté los marcos de los lienzos que estaban aún sin terminar, no haciendo caso de las protestas de Mª Antonia, asegurando que en cuanto estuvieran terminados y secos los volvería a dejar igual que estaban. 

   La exposición a pesar de mis reticencias iniciales quedó perfecta, en las obras expuestas predominaba las veladuras y los colores oscuros típicos de su paleta. La única pega que le pude poner fue que los bordes de algunos marcos estaban manchados de óleo.

   En los meses finales de 1979 colaboré en el montaje del estudio de la Plaza San Miguel, donde comenzó Mª Antonia a impartir clases de pintura por las tardes. El 2 de enero de 1980 nos casábamos en la iglesia de Villanueva de Gállego. Un par de días después estábamos camino de Andorra la Vella pasando por La Seo de Urgel. Días más tarde se reincorporaba al trabajo en el psiquiátrico y reanudaba las clases en su estudio.


Boda de Mª Antonia el 2/1/1980.

Mª Antonia con Julio, nacido el 22/08/1983.


Mª Antonia con Diana, nacida el 11/12/1984.

   El verano de 1980, aprovechando una exposición en Fuengirola (Málaga), pusimos rumbo a la provincia andaluza recorriendo sus vellos pueblos, cargados con los bártulos de pintura. Durante el viaje, nos paramos de vez en cuando,  para hacer bocetos de sus calles y paisajes. En uno de esos recorridos nos dirigimos a Ronda, lugar en el que nuestra pintora sufrió un golpe de calor, privándola de disfrutar de sus exuberantes paisajes.

   Los años que siguieron fueron de una gran actividad pictórica realizando varias exposiciones en diferentes ciudades: Zaragoza, Madrid, Jaca, La Orotava...

   De éstas, quiero destacar la dedicada a Aragón y a sus gentes en cuyas obras plasmó, según mi opinión, su admiración y cariño por los oficios olvidados, como ese zapatero remendón que ensimismado en su trabajo no ve como la vida pasa al otro lado del escaparate o ese abuelo que obligado a abandonar su pueblo, donde había residido toda su vida, posiblemente trabajando en el campo, descansa sobre una maleta de catón sosteniendo un ato anudado al bastón, viéndose al fondo entre brumas los edificios de una ciudad, no quisiera olvidar mencionar a al vendedor Alcarreño que llevaba invierno y verano su empresa a cuestas.

   Junto a estos mostraba a las gentes humildes de los pueblos, casi siempre mujeres, ejecutando distintos trabajos o en diferentes actitudes, contando en cada uno de los cuadros una historia.

Zapatero.

Abuelo ¿por qué fuiste a la ciudad?

Vendedor de la Alcarria.

Señora cardando la lana.

Señora esperando.

                                                                     Señora leyendo.


   Tras el nacimiento de nuestros dos hijos y el traslado a Menorca, durante unos años dejó de exponer, pero no de pintar en ratos libres. Utilizando el mejor estudio posible, la propia naturaleza.

   En los años que residimos en Menorca, normalmente, por las tardes, mientras Julio y Diana estaban en el colegio, cogíamos los bártulos de pintar y deambulábamos por la isla, parando mi vieja furgoneta donde Mª Antonia me indicaba, lugar en que, en apenas hora y media, pintaba un cuadro, plasmando maravillosamente la luz y los colores de la isla mediterránea. Cada día me asombraba más la facilidad con que mezclaba los colores en la paleta para a continuación con pincelada segura plasmarlos en el lienzo, mientras, con los ojos entornados observaba concentrada el paisaje. Avanzando pincelada a pincelada la futura obra de arte, como lo hace el rayo de electrones sobre el tubo del televisor, sin retocar la pincelada dada. La tarde de los martes la pasábamos en la huerta, típicamente menorquina, de un compañero del trabajo, donde tras tomar el café y mientras charlaba con Tadeo y Eulalia, Mª Antonia pintaba un rincón del huerto con la misma seguridad y maestría de cualquier otra tarde. Los fines de semana las pasábamos explorando la isla, al tiempo que yo cansaba a los niños, ella sentada tranquilamente pintaba. Fruto de aquellas tardes menorquinas surgió una cuantiosa obra llena de luz y color. A partir de 1987 volvió a realizar exposiciones tanto en la isla como diversas ciudades de la península. Alabando las criticas la nueva paleta de colores con la que reproducía la luz mediterránea. En el verano de 1989, una de sus obras recibía el primer premio de XII Bienal de Ciudadela (Menorca).

  Niños en la playa.

Niña jugando en la playa.

Bosque menorquín.

Paisaje Menorquín.

   Encontrándose en un momento artístico álgido achacable a un continuado estudio y a su dominio de la técnica, tras años de continuo trabajo gracias a los que consiguió desmenuzar los entresijos del color y la luz. Una cruel y rápida enfermedad nos la arrebató, privando a mis hijos de una madre, tan necesaria a su corta edad, y al mundo de su arte, quedando, en el limbo aquellas obras que pudieron haber sido las cuales nunca verán la luz.

246 Obra inconclusa de Mª Antonia Orús.

237 Obra inconclusa de Mª Antonia Orús

Obra inconclusa de Mª Antonia Orús.

Obra inconclusa de Mª Antonia Orús.

LA PINTURA DE MARÍA ANTONIA ORÚS SACACIA:


Divido la pintura de Mª Antonia, en cuatro periodos bien diferenciados según mi criterio:

   El primero, Aprendizaje, abarca desde que se matricula nuestra pintora en la Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza en 1965, hasta la diplomatura en Bellas Artes por la Escuela de San Jorge en 1971. Son años de estudio y aprendizaje de un buen hacer pictórico. Sus profesores elogiaron positivamente su trabajo y evolución, premiándola con la concesión de diferentes becas en cursillos de verano. Las obras que realiza en este tiempo son de iniciación, pero no por ello de poco empaque, con éstas empieza a adquirir maestría en las diferentes técnicas pictóricas: carboncillo, plumilla, ceras, temperas, óleos, etc.
   Mª Antonia mostró desde sus inicios un buen hacer, reconocido en varias ocasiones con premios, medallas y menciones en diferentes certámenes de pintura.

Bodegón con ceras.

Bodegón con ceras.

Dibujo con plumilla.


   El segundo, Villanueva, con este nombre hago referencia al lugar de sus correrías infantiles, va desde la terminación de sus estudios en Barcelona en 1971 hasta 1978, año en que la conocí. Engloba el periodo marcado por el retorno a Villanueva y su trabajo en el psiquiátrico de Zaragoza.

Beatas.

Rondadores.

Mujer lavando la ropa.


   Su obra se oscurece, tomando como modelo la pintura negra de Goya. El motivo, de este cambio, quizás fueran las vivencias en el sanatorio psiquiátrico de Zaragoza, posiblemente no muy agradables para una mujer joven, circunstancia que pudo influir en su pintura. O quizás, se viera atrapada en un entorno que le resultaba poco seductor, tras haber pasado varios años en Barcelona. Otra razón posibilidad pudo ser que por vez primera se enfrentaba a la vida laboral, que la mantenía alejada de las corrientes artísticas del momento, al tener que vivir con sus propios medios. El motivo, pudo ser cualquiera de éstos o posiblemente todos a la vez.

   En este periodo, se sirve temas que le son cercanos, filtrados por su particular visión artística. Plasmando en el lienzo, normalmente de pequeño tamaño por falta de tiempo y recursos, a mujeres de los pueblos de Aragón en sus quehaceres diarios, dándoles un sentido trágico en sus deformadas formas, rodeándolas de un ambiente lúgubre, utilizando para ello una paleta de colores oscuros y veladuras como fondo. Ejemplos de lo mencionado muestro: Beatas, Rondadores, Mujer lavando la ropa, en éstos y en otras muchas obras, Mª Antonia demuestra su buen oficio y un perfecto uso del material empleado, principalmente óleo y ceras. Contándonos, en cada obra, diferentes historias, como la de esos rondadores que con sus cantos animan las noches de los fines de semana o esa señora trabajosamente hace la colada ensimismada en sus pensamientos, y no nos podemos olvidar de esas tres beatas que parecen estar pelando, con su conversación, a todo ser viviente.

   Tampoco faltaron, aunque en menor número, cuadros de mayor formato utilizando las mismas técnicas, en los que también cuentan su particular historia.

Mujer escondida tras la tapia (ceras).

Señoras (ceras).

Tristeza (óleo).

   
   En contadas ocasiones, em estos años, aparece en sus obras una gana de colores más amplia como en los retratos de sus padres y su autorretrato.


Andrés Orús.

María Sacacia.

Autorretrato de la pintora.


   El tercero, Zaragoza, haciendo referencia a la ciudad donde residíamos, va desde 1978, año en que nos conocimos, hasta nuestro traslado a Menorca (1986). Periodo marcado por la vuelta al color y a la figura realista, abandonando las deformadas de su etapa anterior y dejando aparcada la tendencia goyesca en su pintura, utiliza lienzos de mayor tamaño, que le permiten expresarse mejor.

   Años que pone especial empeño en realizar exposiciones, en ciudades como: Zaragoza, Huesca, Madrid, Jaca, La Orotava, Málaga..., donde cuelga sus cuadros, recibiendo excelentes críticas en todas ellas; abre una academia particular de pintura en la Plaza San Miguel de Zaragoza, estableciendo con sus alumnas una relación de amistas; deja el trabajo en el psiquiátrico; y da a luz a nuestros dos hijos Julio y Diana.

   En estos años realiza principalmente óleos y dibujos ejecutados con lapiceros de colores y sanguinas, añadiendo en contadas ocasiones un toque de carboncillo y deja aparcadas las ceras. Los dibujos, de realización laboriosa, son elaborados magistralmente con buena mano y mucha paciencia. Creados en ratos libres y en nuestros viajes por la geografía española, encontrando en cualquier pueblo de la ruta un rincón digno de ser palmado sobre papel que, mediando el filtro de su arte y buen hacer, da un resultado que enamora, dibujos dignos de ser colgados en los mejores museos, junto a los de los grandes maestros.

Vendedora de manzanas.

Señora con tiestos.

Balconada.

Calle.

   
   En los de figuras, casi siempre solitarias muy bien arropadas por el entorno, muestra gran sensibilidad conseguida con habilidad y cariño, cuya visión relaja el espíritu del observador, estos normalmente los realizaba en casa o en el estudio, utilizando como recurso las imágenes grabadas en su retina que posteriormente lleva al papel, ayudada en contadas ocasiones por una fotografía. Los dibujos de: rincones, iglesias, calles y balconadas, ejecutados con igual destreza y perfección, los realizaba sobre el terreno.
   
   Como ejemplo de este buen hacer muestro cuatro ejemplos que realizados con materiales tan básicos como lapiceros de colores mezclados con sanguinas y un gran sentido artístico Mª Antonia consigue obras perfectas, que todo el mundo querría llevarse a casa: Vendedora de manzanas, Señora con tiestos, Balconada y Calle.
   
   Los óleos de esta época, ejecutados con una amplia paleta de colores, rallan la excelencia. Mª Antonia resuelve perfectamente los fondos, de estos lienzos, utilizando su maestría en el manejo de las veladuras. Son cuadros, normalmente, de una única figura que si nos paramos a observarlos detenidamente, nos cuentan una particular historia, haciéndonos pensar en lo que comentan esas dos mujeres a la puerta de una casa o que libro lee tan ensimismada la señora con gafas, etc.

Señora con gafas leyendo.

Charrando a la puerta de casa.

Bodegón de figura con pan.

Mujer pelando patatas.

   
   Como curiosidad para la galería, los modelos, que plasmaba en el lienzo deformándonos según su conveniencia, éramos: su madre, la tía Antonia y yo, a ellas normalmente las pintaba en Villanueva, a mí en el estudio de la Plaza San Miguel. Donde además de dar clases pintaba bodegones, circunstancia que aprovechaba para impartir a sus alumnas clases magistrales sobre: composición y técnica de manejo del óleo, bodegones de gran tamaño, perfecta ejecución y de una belleza hipnotizante.

Bodegón.

Bodegón.

Bodegón.

Bodegón.

   
   En estos años realiza varias series, digna de ser destacada por romper con su estilo de pintura, es la titulada Genesis, la componen nueve obras: Silencio (La Nada), En el principio era el Verbo, La oscuridad (La Noche), La luz, El Firmamento, La Tierra, El Mar, La Naturaleza y Aves y El Hombre. En este último Mª Antonia pretende representar la unión del hombre y la mujer con la finalidad de dar vida a un nuevo ser.

La Tierra.

La Noche.

El Firmamento.

El Hombre.


   En otra de las series, en esta ocasión de tres cuadros, representa, según su visión artística, las diferentes fases del día: El Alba, Mediodía y Crepúsculo, obras en las que utiliza a la mujer como vía conductora envolviéndola en veladuras de diferentes tonos según la fase del día. Son lienzos de gran tamaño, en el titulado Crepúsculo, muestra como la mujer sumerge el sol por detrás del horizonte.

Alba.

Mediodía.

Crepúsculo.

   
En otras series mostró: las cuatro estaciones del año, utilizando como vía conductora el bodegón; a las diferentes fuerzas de la naturaleza, Nieve, Lluvia, Tormenta, Niebla y Fuego; las fases de la vida, Niñez, Juventud, Vejez y Transfiguración. En esta última representa como dos almas gemelas avanzan hacia la luz, (poco antes de fallecer me pidió que este cuadro permaneciera junto a ella mientras estuvieras de cuerpo presente).

Bodegón (verano).

Nieve (haciendo la ronda).

Transfiguración.


   El cuarto y último periodo, que he dado en llamar Menorca, abarca de 1986 a 1989, años que por razones de trabajo residimos en la preciosa isla balear. Días de gran fecundidad pictórica.
   Las obras realizadas en este periodo, fueron mayoritariamente elaboradas sobre el terreno, como vulgarmente se dice de una sentada, utilizando tanto temperas como óleos. Bodegones y algunas otras obras las pintaba en el salón, de nuestra casa de Villa Carlos, convertido en un estudio y lugar donde esperar pacientemente el secado de los óleos, colocados fuera del alcance de los niños.

Paisaje (óleo).

Caminos (óleo).

Vista desde el Huerto de Tadeo y Eulalia (óleo).

Casa menorquina (óleo).

Paisaje con árbol florido (temperas).

Paisaje con casa, playa y barca (temperas).

Campo florido con mar al fondo (temperas).

Paisaje menorquín (temperas).

Paseando a la orilla del mar (óleo).

Niño jugando con el agua en Calasfont (óleo).

Niño nadando en el mar (óleo).

Señor leyendo (óleo).


   Mª Antonia, durante los primeros meses la estancia en Menorca, utilizó temperas en sus lienzos aprovechando la rapidez de secado, por no disponer de un espacio propio donde los óleos lo hicieran sin problemas. Circunstancia que no le impidió pintar, pues disponía del mejor estudió conocido, la naturaleza. Con la entrada en una mueva vivienda, en la que disponía de más espacio, volvió al óleo, asegurándome que le permitía conseguir mejores calidades. Según mi opinión tan buenos y dignos de admiración son unos como los otros.
   
   Como ejemplo, de lo que asevero, basta con prestar atención a las imágenes adjuntas en las cuales, tanto en paisaje como en figura Mª Antonia consigue, con una paleta amplia se colores, dejando a pate su anterior preferencia por los marrones. Son obras perfectas de gran belleza y senilidad. Joyas en las que plasma con facilidad la luz mediterránea, como hiciera cien años antes Sorolla. Mª Antonia, con su pintura, trasporta al observador al interior del paisaje o a acompañar mentalmente los personajes de sus cuadros haciéndoles partícipes de la escena representada.

Bodegón de los girasoles (óleo).

Bodegón en amarillos con flores y jarrón (óleo).

Bodegón con flores y macetas (óleo).

Bodegón con jarra, flores y tela.

Bodegón con flores amarillas (tempera).

Bodegón del espejo (tempera).

Bodegón con flores silvestres (tempera).

Puerta de casa menorquina (tempera).


   En una de sus últimas entrevistas comentaba: “Menorca ha dado a mi pintura una luz que yo jamás había utilizado. He empezado a utilizar tonos claros, azules y verdes, que han tenido mucha aceptación”.

Marina (óleo).

Marina (óleo).

Acantilado (óleo).

Barca (óleo).

Barca en una cala (óleo).

Barcas (óleo).


   En otra se quejaba diciendo: “A las mujeres les cuesta más que a los hombres ser valoradas en el campo de la pintura, obligándolas a trabajar más y mejor.

   Según mi participe opinión, la pintura de Mª Antonia no es más conocida en el ámbito nacional e internacional, debido principalmente a dos circunstancias: A su temprana muerte, cuando teniendo ya en su poder el conocimiento de la técnica pictórica, gracias a años de estudio y trabajo, y habiendo aprendido a plasmar la luz de forma magistral, con estas dos herramientas se hallaba en disposición de hacer lo que quisiera con el pincel; la otra es haber nacido mujer, lo que para mí y sus hijos fue una bendición, para su arte es un lastre.

"Mi más sincero agradecimiento a Julio Senent Marsal".




Repaso a la obra pictórica de María Antonia Orús Sacacia.


-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

FOTOS DE MARÍA ANTONIA:







María Antonia en 1982.

María Antonia con la diseñadora de joyas Consuelo González en una exposición conjunta.

María Antonia en 1988.



María Antonia, la primera por la derecha, con amigos de Villanueva. Foto de José Luis Til.

María Antonia, la primera por la derecha, con amigos de Villanueva. Foto de José Luis Til.


Colección particular:


En Villanua.




En Zuera.


Año 1961.




Año 1962.



Año 1962.

Año 1963.




Año 1962.



Colección particular:

Año 1967.






-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

ESTUDIOS:

1964: Preparación para Bellas Artes. Estudio de D. Jesús Rabadán y Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza.

1966: Pasa a la Escuela Superior de Bellas Artes de San Jorge, en Barcelona.

1969: Cursillo de procedimientos pictóricos en la Escuela Mural Contemporánea de San Cugat del Vallés. Instituto Internacional de Cultura Románica.

1970: Becada por la Escuela Superior de San Jorge para el Cursillo de Procedimientos Pictóricos, Escuela de San Cugat del Vallés. Beca de Paisaje en la Escuela Superior de Bellas Artes, en la Residencia de Pintores de Segovia.

1971: Termina Bellas Artes, diplomada en Pintura, Escuela Superior de San Jorge (Barcelona).

1976-82: Jefe de Taller de Expresión Plástica del Sanatorio Psiquiátrico Nuestra Señora del Pilar, Zaragoza.

1976-86: Profesora de Estudio Particular (Estudio Orús), Zaragoza.

EXPOSICIONES INDIVIDUALES:

1974: Sala Calibo, Zaragoza.

1975: Sala Caja de Ahorros de Asturias, Avilés.

1977: Exposición Galería Passagaci, Sala Venecia, Madrid. Sala Caja de Ahorros de la Inmaculada, Zaragoza.

1978: Galería de Arte Goya, Sala Pradilla, Zaragoza.

1979: Galería S´art, Huesca.

1980: Galería Goya, Zaragoza.

1981: Asociación Cultural Pablo Gargallo, Zaragoza. Caja Fuengirola, Málaga. Galería de Arte Eureka, Madrid.

1982: Galería de Arte Goya, Zaragoza. Palacio de Exposiciones y Congresos de Jaca (Huesca). Liceo Taoro, Villa de Orotava, Tenerife.

1983: Galería S´art, Huesca. Galería Leonardo, Zaragoza.

1987: Sanostra Villa Carlos, Menorca.

1988: Sala Cultural Ayuntamiento de Villa Carlos, Menorca. Ayuntamiento de Villanueva de Gállego, Zaragoza. Galería Goya, Zaragoza.

1989: Sala Ateneo de Mahón, Menorca. Centro Cultural Dr. Madrazo, Santander.

1990: Galería S´art, Huesca.

EXPOSICIONES COLECTIVAS:

1965: VIII Certamen Juvenil de Arte de Zaragoza.

1968: Exposición de Alumnos Escuela San Jorge (Barcelona). Exposición de Alumnos de San Jorge Casa de Cultura, Teruel.

1969: Exposición de Alumnos de San Jorge, Morella (Castellón). VII Exposición Franco-Española, Burdeos (Francia).

1972: X Exposición Franco-Española, Burdeos (Francia). Exposición de Arte Nacional, Zaragoza.

1974: Concurso Regional Extremadura, Zaragoza. Concurso Nacional "Navarrete el Mudo", Logroño. I Bienal Ciudad de Huesca.

1976: Exposición Pintura Aragonesa, Palacio de La Lonja, Zaragoza.

1977: Exposición Premio San Jorge, Institución Fernando el Católico, Zaragoza.

1978: Exposición Pintura Aragonesa, Palacio de La Lonja, Zaragoza. III Bienal de Arte, Pontevedra.

1979: Exposición Villa de Madrid. Exposición Bodegas Bordejé, Ainzón (Zaragoza).

1981: Subasta de Restauración Casa Goya. Escuela de Artes y Oficios, Zaragoza. Subasta Geriatría, Galería Jalón, Zaragoza. Premio Dibujo. Penagos Mapfre Vida, Madrid.

1982: Premio Dibujo Festivales de Goya, Zaragoza. V Bienal de la Ciudad de Huesca.

1983: Exposición Pintores Aragoneses patrocinada por la Diputación (Premio Goya), Zaragoza.. Subasta Geriatría . Galería Jalón, Zaragoza. 

1985: Exposición Pintores Aragoneses, Feria de Muestras, Zaragoza. Subasta Geriatría, Galería Jalón, Zaragoza.

1989: XII Bienal Ciudadela, Menorca.

PREMIOS:

1965 - Medalla de Bronce y Diploma de la Delegación Provincial de Zaragoza en el VIII Certamen de Arte.

1969 - Medalla de Plata Certamen de Arte, Calella (Barcelona). Diploma y Medalla de Bronce en la VII Exposición Franco-Española de Burdeos.

1970 - Medalla de Plata Ciudad de Segovia.

1974 - II Premio Regional de Extremadura y Zaragoza.

1982 - V Bienal de Huesca, Diploma de Selección.

1989 - I Premio de la XII Bienal de Ciudadela, Menorca.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

ESTUDIO DE PINTURA:

Tuvo su propio Estudio de Pintura en la Plaza San Miguel nº 5, piso 1º de Zaragoza.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

COLECCIONES PRIVADAS:

Escuela de Bellas Artes, Barcelona. Galería Passagaci, Madrid. Avilés. Huesca. Zaragoza. Pintura Mural Técnicas al Fresco. Instituto de Cultura Románica, San Cugat del Vallés (Barcelona). Burdeos. Galería Goya. Burgos. Pintura Mural Técnica Acrílicos. Sanatorio Siquiátrico Nuestra Señora del Pilar, Zaragoza. Liceo Taoro, Tenerife y otras entidades.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

BIBLIOGRAFÍA:

Diccionario Antológico de Artistas Aragoneses, 1947-1978. Institución Fernando el Católico. Diputación Provincial de Zaragoza. Pág. 301 y 302.

Orús Sacacia, María Antonia. (Pintura). Nace en Zaragoza el 10 de marzo de 1949. Estudios iniciales con Rabadán, y posteriormente en la Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza, pasando en el 66 a la Escuela Superior de BB. AA. de San Jorge, Barcelona; donde obtiene la titulación correspondiente. Cursos de ampliación de procedimientos en la Escuela de San Cugat del Vallés, el segundo como becaria y beca de paisaje en 1970, para la Residencia de Pintores de Segovia.

La experiencia de la Escuela, con la beca de paisaje obtenida, son quizá determinantes de que la primera producción creativa de Mª Antonia Orús se desenvuelva dentro del tema paisaje, en el que las probables influencias de la escuela catalana se decantan, gracias a la sensibilidad de la autora, en unas gamas muy claras y ágiles de pincelada, dentro de una clave muy lírica, aplicadas también a sus interiores y bodegones. Pero ya en su primera exposición, 1974, aparecieron los primeros ensayos, hechos principalmente con ceras de lo que constituiría su mundo creativo posterior. Era la búsqueda de un tratamiento de la figura, envuelta en amplios e intemporales ropajes, a lo que la entonación cálida, en ocres y sienas, daba un cierto aire museal, que se incrementaría posteriormente por el tratamiento cuidadoso de las calidades y por el parentesco argumental con los temas populares goyescos, debido en concreto a un interés conmovido por los personajes olvidados del campo y de la ciudad en sus momentos tristes y solitarios, y por los mismos ambientes, tomados en sus aspectos melancólicos y dentro de un lirismo de pronta comunicabilidad con el espectador.

Témpera, 24 x 24, 1977. (ORÚS SACACIA, María Antonia).

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Nota de crítica de Eulalia Sánchez Latorre (Profesor de Bellas Artes):

Sensibilidad, dedicación, amor, ilusión, confianza, obra hecha y prometedora de nuevos afanes, al mirar nos sugiere algo más que no está en el lienzo, que está en nosotros mismos, nos hace ser un poco creadores también. Nos sentimos dentro de su obra recorriendo paisajes y almas, alma de esa figura medio insinuada, todo está como sin atreverse a estar, nunca he visto un peso tan grande y al mismo tiempo tan leve como las composiciones de Antonia Orús.

Otras también buenísimas de:

María Viar, crítico de Arte del Diario Amanecer. Gregorio A. crítico de Arte de Radio Teruel. Pepe Galiana, crítico de Arte del Diario La Voz de Avilés. Ángel Azpeitia, crítico de Arte del Periódico Heraldo de Aragón. Esaín, crítico de Arte del Diario Amanecer. Ruperto, del Periódico Nueva España de Huesca. 

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Diario del Alto Aragón, Domingo 5 de Febrero de 2012. IGUAL DÁ Número 160. HOY: GRANDES MUJERES.

María Antonia Orús Sacacia nació el 10 de marzo de 1949 en la clínica del Roncalés, Zaragoza. Desde muy joven empezó a destacar en pintura. Así, cuando terminó sus estudios de pintura en la Escuela de Bellas Artes de Zaragoza, se trasladó a Barcelona, donde se diplomó en la Escuela Superior de San Jorge.

Ciudades españolas y francesas como Barcelona, Teruel, Morella, Burdeos, Huesca, Zaragoza, Madrid, ... fueron testigos de sus obras al realizar expesiciones en ellas en los años 70.

Tuvo una participación activa en Villanueva de Gállego durante la transición al preparar papeletas para el Referéndum de 1976.

Sobre 1980 creó su propia academia y contrajo matrimonio con Julio Senent Marsal, ingeniero de Telecomunicaciones. Poco después nacieron Julio y Diana, que también han hecho sus pinitos en el arte. Por motivos laborales de su pareja se trasladaron a Menorca hasta 1989. En este año su marido fue trasladado a Huesca. 

Su vida empezaba a encarrilarse cuando en 1990, a los 41 años de edad por una rápida enfermedad murió.

En cuanto a su obra, sería difícil tanto cuantificarla como hablar de la calidad de la misma. Su obra engancha a quien la mira, su pintura sugiere vida incluso más allá de lo que el propio ojo puede ver y a la vez, una tremenda serenidad y quietud.

ASC. ASPERGER Y TGDS DE ARAGÓN. 

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

UN PEQUEÑO MUESTREO DE SU PINTURA:

Retrato época estudiante.


                                                             Bodegón época estudiante.

Cuadro época Villanueva.

Cuadro época Villanueva.

Cuadro época Villanueva.

Cuadro época Menorca.

Cuadro época Menorca.

Cuadro época Menorca.

Cuadro época Menorca.

Cuadro época Menorca.

Dibujo época Zaragoza.

Cuadro época Zaragoza.

Cuadro época Zaragoza. Título "Transfiguración".

Cuadro época Zaragoza.

Cuadro época Zaragoza.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Propiedad de Ayuntamiento de Zaragoza:

Titulo "Monte", óleo sobre lienzo (46 x 55)

Propiedad del Ayuntamiento de Villanueva de Gállego:


Año 1973.

Colección particular:


Año 1979.

Título: Musa del Cazador. Marzo de 1978.




Colección de Mercedes Porta:


Acuarela.


Colección particular:

Título: La Casona, año 1978 (22 x 27).

Colección de Ana María Monzón:



Colección de Miguel Ángel Biel Encuentra:



Asociación de Mujeres "María Antonia Orús":

Autorretrato.

Propiedad de familia Biel-Encuentra:


Propiedad de familia Cativiela-Biel.

Flores Silvestres. Año 1988

Almendros en flor. Año 1988

Tierra. Año 1975.



Año 1980

Restos de lo que fue el mural que pinto María Antonia en el Cine Avenida de Villanueva de Gállego (hoy Pub 666).





-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

En blanco y negro:




Título "Deporte".

Título "Crepúsculo".

Título "La Tierra".

Título "Primavera".

Título "Nieve".


Título "Tierras al atardecer".

Título "Soledad".

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

De la prensa:










Titulado: Marcha al atardecer


-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

CATÁLOGOS DE EXPOSICIONES:

Exposición en Sala CALIBO, calle Blancas nº 2, Zaragoza. del 25 de marzo al 5 de abril de 1974.



Exposición en la Sala Pradilla de la Galería de Arte GOYA, Plaza Ntra. Sra. del Pilar 16 de Zaragoza. Del 29 de septiembre al 18 de octubre de 1978.



Exposición en la Galería de Arte GOYA, Plaza del Pilar 16 de Zaragoza. Del 13 al 30 de abril de 1982.



Exposición en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Jaca (Huesca). Del 20 al 27 de julio de 1982.

   Dentro del cuadernillo, María Antonia escribe: Exposición que encierra momentos de búsqueda y evolución en el sentir artístico, dejando un poco atrás la forma del estudio trabajado, e ir hacia una línea más imaginativa y simplificada.
   Quizás sea el tema elegido para esta exposición, o que cada vez me atrae más el interpretar ideas pictóricas, aquí presento mis pinturas, sea lo que fuere, lo importante es pintar, ya que pasar de una línea a otra o cambiar las composiciones, es seguir una trayectoria de despacio hacer.
   La exposición consta de treinta y cinco obras, divididas en seis partes, todas dedicadas a un tema: El llamado "Evolución de la vida" llegando a su terminación con la obra "La gota que colma el vaso" donde es el comienzo o meta a seguir.

La primera parte está formada por 9 obras dedicadas al Génesis: Silencio, El Principio del Verbo, La Luz, La Noche, El Firmamento, La Tierra, El Mar, La Naturaleza y Aves y El Hombre.

La segunda consta de 3 obras, dedicadas a la división del día: Nacimiento del Alba, Mediodía y Crepúsculo.

La tercera consta de 4 obras dedicadas a las estaciones del año: Primavera, Verano, Otoño e Invierno.

La Cuarta consta de 5 obras dedicadas a los elementos: Nieve, Lluvia, Tormenta, Niebla y Fuego.

La Quinta consta de 4 obras dedicadas a las fases de la vida: Niñez, Juventud, Vejez y Transfiguración.

La Sexta consta de 10 obras dedicadas a consecuencias: Amor, Soledad, Tristeza, Farsa, Maternidad, Caza, Ritmo, Deporte, Mito y Final ("Gota que colme el vaso").


Exposición en el Liceo TAORO de la Villa de Orotava (Tenerife). Del 10 al 24 de septiembre de 1982.



Exposición de Arte Moderno y Antiguo de la Galería S´ART, calle Loreto nº 14 de Huesca. Febrero de 1983.



Exposición en la Galería Sala de Arte LEONARDO, calle Perpetuo Socorro nº 2 de Zaragoza. Del 29 de noviembre al 16 de diciembre de 1983.



Exposición en la Galería de Arte GOYA en Plaza del Pilar nº 16 de Zaragoza. Del 22 de diciembre al 11 de enero de 1989.


Exposición en el Centro Cultural Municipal Dr. MADRAZO, calle Casimiro Sáinz s/n de Santander. Del 18 al 31 de agosto de 1989.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

CRÍTICAS DE EXPOSICIONES:

























Del 22 de Septiembre al 31 de Octubre de 2022, se realizó en Villanueva de Gállego una Exposición sobre su obra:




En Sesión de Pleno del día 20 de Octubre y en el Punto 5º se aprobó la prolongación de la calle Mª Antonia Orús Sacacia y así poder colocar el nombre de ella en su propia casa:



El 23 de noviembre de 2024 se colocó la placa en la esquina de su casa.


      




3 comentarios:

  1. Vaya artículo que has puesto. ¡ Enhorabuena! Mucha labor de investigación.
    Me gusta mucho.

    ResponderEliminar
  2. Qué completa semblanza de Ma. Antonia. Excelente trabajo.

    ResponderEliminar